Todo empezó en el final del pasillo de una casa humilde donde nací, yo tenía 7 años, cenaba con mi abuelo y más atento a esa cena (no porque no me gustara), sino porque mi cabeza estaba al movimiento de ida y vuelta de una pelota que no paraba de pasar de un lado a otro con niños mayores corriendo. Tenía ganas de ir, hasta que no acabara mi abuelo no me dejaba, ansioso por ir, algo me estaba llamando al final de aquel largo pasillo, el maravilloso fútbol de barrio. Allí nació nuestra esencia, nuestra cultura, nuestros valores. Allí nació Organiza.

Empecé a jugar al fútbol muy temprano, malo, pero con una cultura de esfuerzo que siempre me hacía sobrepasar límites para superarme. Gran peña, R.C. Celta, Rápido de Bouzas y Areosa, fueron mis equipos en mi edad formativa, desde benjamines hasta juveniles. Feliz de haber pasado por cada uno de ellos y forjarme de cada entrenador que guardo en mi memoria, y siempre me han transmitido un poco de lo que somos ahora.

Llegó un momento clave para seguir en el mundo del deporte y querer que tu pasión fuera tu profesión. Emperrado en ello, estudié la Licenciatura en ciencias de la actividad física y del deporte, especializándome en fútbol, de ahí surgió la oportunidad de empezar a entrenar. Compaginar estudios con entrenamiento supuso una absorción muy nutriente, que me permitió adquirir experiencias de resolución de problemas. Gracias a aquellos padres del colegio Apóstol, Sardoma, Castrelos y después Pontellas, por darme la oportunidad de generar un vínculo tan profundo a nivel formativo y personal, que a día de hoy infinidad de amigos me he llevado gracias a ello. Gracias a Miguel Fernández, un “chalado” del fútbol, con unos conocimientos enormes a nivel táctico que, con su trabajo, esfuerzo innegociable y sacar el máximo rendimiento a nuestros jugadores, me enseñó la exigencia del entrenamiento, “como se entrena, se juega”. Menuda intensidad.

Así nació Organiza Training

Llegó el momento de pasar a una gran cantera, a la de tu ciudad, La Madroa estaba esperando. Volver de una manera más profesional y en calidad de preparador físico. Empecé en el cadete B, de la mano de un gran entrenador, y ahora amigo, Jorge Cuesta: “el fútbol es como la vida, hay que vivirlo de manera intensa y alocada” decía. Intensos y locos éramos, nos juntamos y así volaba ese equipo, que bien lo pasamos.

Rápidamente gracias a ese gran año, de la mano de Toni Otero, profesional admirable por su fortaleza, pasión y motivación que transmite, pude disfrutar el año siguiente de dar un paso importante y estar 5 maravillosos años en una de las categorías más bonitas del fútbol español, juvenil división de honor; donde entrenadores como David de Dios, “Papá Gorila” me llamaba, entendían que en el fútbol se podía combinar trabajo físico con buen trato al balón, y mecanismos tácticos ofensivos donde contrarrestar al rival. Fue una mezcla de un todo, conseguimos clasificarnos para dos copas de campeones, con grandes juveniles, que a día de hoy están en la élite. Recuerdo que siempre daba la alineación y acababa con un “a funcionar”, carallo si funcionaban. Qué felices fuimos.

Como todas las etapas tienen su fin, acabó un ciclo. La vida es caprichosa y me permitió terminar las dos últimas temporadas con quien empecé. Los mejores juveniles de la historia del club, de nuevo de la mano de Jorge Cuesta. Pero algo que rondaba desde hace tiempo, volvió a pasar por la cabeza, crecer, evolucionar, dar un paso al frente, como aquel primer paso que di cuando mi abuelo al terminar de cenar me dijo: “ahora sí, sal y disfruta”. Gracias a ese paso nació nuestro centro, un 25 de Mayo del 2018. Orgulloso de nuestra historia, orgulloso de cada persona y deportista que pasaron por ella, orgulloso de todos los profesionales que nos enseñaron, y orgulloso del esfuerzo y la humildad con la que se realizó todo, así soy, así somos.

¡Entrad y disfrutad, seréis bienvenidos!